miércoles, 22 de enero de 2014

NIVELES DEL LENGUAJE

Esta diversificación de la lengua se refiere a las diferencias en el uso de la misma que provienen de los diferentes estratos sociales, económicos y culturales. Los diferentes niveles se caracterizan por la preferencia o uso de determinadas pronunciaciones, construcciones gramaticales y palabras, pero existe una gran cantidad de elementos comunes. Además, esporádicamente aparecen rasgos de un nivel en hablantes de otro. Se debe insistir en que científicamente se ha demostrado que el nivel de competencia lingüística de los hablantes (su destreza a emplear su lengua) es independiente de su inteligencia; no refleja las aptitudes de los hablantes, sino su diferente instrucción. El dominio de los distintos registros o variedades sinfásicas y la capacidad de pasar de uno a otro es el rasgo que distingue a los hablantes cultos.
Según el nivel sociocultural y según la situación comunicativa se pueden observar varios niveles en el uso de la lengua:
a) NIVEL CULTO: es el uso más cuidado del lenguaje. Fonológicamente, se distingue por presentar una dicción clara, una vocalización precisa y una entonación moderada. Suele usar procedimientos de enfatización, sin admitir relajaciones (la d intervocálica, la d final, etc.). No es habitual el uso de frases interjectivas.
En cuanto a la morfosintaxis, se caracteriza por el período amplio, con sintaxis correcta y precisa. El orden es lógico y el discurso mantiene la coherencia a través de los elementos de correlación. Los tiempos verbales son ricos y precisos.
En el aspecto léxico-semántico presenta una gran riqueza y abundancia de vocabulario: sinónimos, adjetivación variada, uso de términos específicos del tema en cuestión. En ocasiones, uso de términos abstractos.
Este nivel funciona como modelo de corrección, como ideal de lengua para los estratos inferiores. Es el nivel más estable y uniforme en el uso lingüístico; es el mejor dotado para expresar en profundidad los diversos matices del mundo referencial que nos rodea. La lengua culta permite dar cohesión y unidad al idioma. Este nivel culto suele aparecer en la exposición científica y técnica; en el lenguaje humanístico y en el literario.
b) NIVEL MEDIO (o coloquial): se trata de un nivel formal, estándar que adopta las exigencias normativas del idioma, aunque es menos rígido que el culto. Su uso más frecuente se da en los medios de comunicación social. La lengua utilizada es común a la gran mayoría de hablantes que pertenecen a un nivel sociocultural medio. Su empleo es espontáneo, ya que utiliza la lengua común con la libertad y el descuido que permite la situación coloquial. Puede tener el riesgo de imprecisión y ambigüedad, que queda suplido por el uso de otros elementos extralingüísticos.
  • Entonación predominantemente expresiva: ¡Como que no!; ¡Hasta aquí podemos llegar!
  • Dicción rápida, no perfecta, propicia al desgaste de fonemas: Madri(d), calle (de) Alcalá.
  • Aparición frecuente de la función fática para eliminar interferencias: ¿Me oyes?¿Te enteras
  •  Uso de nexos innecesarios (polisíndeton) o desaparición de nexos necesarios (asíndeton) que convierten las oraciones en yuxtapuestas:Llegó, no dijo nada, se metió en su cuarto…; Y entonces va y dice que…
  • Apelación al oyente o al consenso general: Dice tú…; ¿Y qué me dices de…?; No me digas; Ya lo decía (fulanita); Como hace todo quisqui; Figúrate; ¡Qué levamos a hacer!
  •  Fórmulas para proseguir una conversación: Por cieto…; A lo que iba…; Cambiando de tema…; Como te iba diciendo…
  • Fórmulas para finalizar una intervención: …y punto; …y listo; …y basta; Total que…; En fin…
  • Enumeraciones inacabadas, a las que se añaden fórmulas hechas: …que si tal que si cual; …que si fue que si vino…que si patatín, que si patatán.
  •  Abundancia de locuciones que intensifican la expresión, que comparan: Me dijo tales cosas, que para qué te voy a contar; Es tan verdad como que estos ojos se los ha de tragar la tierra; Esto es coser y cantar; Esto es pan comido (muy fácil); Y él ere que erre (insistencia); Sabe una burrada (mucho).
  • Utilización de recursos expresivos para ponderar, intensificar, exagerar:
a)     Diminutivos y aumentativos con valor afectivo: ¡Vaya semanita!; ¡Qué cabezota!; Dame una pesetita.
b)    b) Fórmulas de afirmación, negación, indiferencia: ¿Cómo no?, Faltaría más; Ya lo creo; Ni loca; Ni hablar; Ni de broma; Nones; Naranjas de la China; Por mí, como si te la pelas; Es tu problema.
c)      Fórmulas de cortesía: Tanto gusto; Muy amable; No se moleste; A su disposición; A mandar; A seguir bien; ¿Tiene la bondad?; Servidor
c) NIVEL POPULAR. Los aspectos generales que caracterizan este nivel de lenguaje son: subjetividad del hablante, la economía de medios lingüísticos y la apelación al oyente. Muchos rasgos son coincidentes con el nivel anterior (de hecho supone una relajación del NIVEL COLOQUIAL).
Son muy abundantes, como hemos comprobado, los rasgos que indican la función expresiva, marcada por la subjetividad del hablante. Podríamos añadir algunos más: intensificación en los adjetivos (divino, fenomenal), expresiones enfáticas de cantidad (una enormidad, la mar de contento), comparaciones exageradas (la cabeza hecha un bombo), creación de curiosas metáforas (estoy hecho polvo).
Como los interlocutores poseen el mismo marco de referencia sobre la situación, utilizan con frecuencia oraciones inacabadas, incompletas desde un punto de vista gramatical (oraciones suspendidas): Si yo te contara… 
Hay una tendencia a economizar medios expresivos, elipsis, porque es la rapidez por comunicar algo lo que, aparentemente, mueve al hablante (oraciones sincopadas): Y dede éste hasta Natalia, nueve años. En ocasiones, la falta de precisión determinada por los rasgos anteriores da lugar a la ausencia o escasez de adjetivos y adverbios. Empleo, a veces, de la frase corta, de gran simplicidad. El anacoluto es muy frecuente: El sujeto es cuando concuerda con el verbo…Uso frecuente de ciertas palabras (pues, bueno, pero…) que sirven fundamentalmente para resaltar la continuidad de la conversación y adquieren una gran variedad de funciones: causal, adversativa…(Bueno, pues). Abuso de muletillas que, por su abundancia, suponen un empobrecimiento de la expresividad (eso…, entonces…, es que…). Empleo de frases hechas que pueden aplicarse a las más diversas situaciones (Tirar la piedra y esconde la mano). Se usa la segunda persona para referirse a opiniones de la primera (Ya me dirás tú; ¿Vedad tú?). El infinitivo se utiliza en lugar del imperativo: (¡Callar! por ¡Callad!).Es abundante elque para reforzar ( Que sí que ha venido). El hablante, como no desea perder contacto, utiliza palabras como ¿eh? o vocativos. Estas llamadas de atención continuas al oyente determinan el predominio de la función apelativa o conativa.Otra característica del lenguaje popular es el uso de proverbios o refranes (un refrán es una frase completa e independiente, que por lo general en forma sentenciosa expresa un pensamiento a manera de juicio, en el que se relacionan por lo menos dos ideas). Se trata, pues, de una expresión de carácter moral o didáctico que se transmite oralmente, pero quienes utilizan con más frecuencia el refranero son los hablantes de competencia idiomática limitada, más restringida.

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